Es el último día del 2017 y siempre es bueno hacer el recuento de cómo me fue. En comparación al 2016, cuando pasé por montones de cambios y aprendizajes (como escribí en este post), estos últimos 12 meses fueron intensos de diferente manera.

Obviamente, la rutina cambia cuando Bianca, Naty y Diego están con nosotros porque aunque nosotros somos los adultos que tratamos de guiarlos por el buen camino, de ellos terminamos aprendiendo también. ¿De qué se trató el 2017?

Workout

A la hora del ejercicio muchas veces me llevé a los niños al gym.

1. Un año de retomar el ejercicio

En enero Eduardo y yo fuimos al YMCA que nos queda cerca a pedir información sobre las clases y equipo que tienen. Y nos quedamos. Desde entonces he descubierto que me encantan las clases de barre pilates, la intensidad de boot camp, así como las clases de spinning y entrenamiento de alta intensidad, sin dejar la yoga. Hay semanas que soy más dedicada que otras, pero mi cuerpo está más tonificado que nunca y eso me pone contenta. Ahora sólo queda seguir siendo fiel al gym el siguiente año.


2. De leer más libros

El hecho de tener bibliotecas llenas de publicaciones de todo tipo es inspirador. Al inicio del 2017, cuando fui con Eduardo a la Biblioteca Central, estaba tan embelesada con tantos libros que me parecía imposible escoger uno o dos. Pero seguí acudiendo a regresar unos y escoger otros. Es un buen propósito que pienso no dejar.

3. De cuidar la salud

Es impresionante cómo la tiroides me sacudió física y mentalmente. Es fecha que mi doctora sigue ajustando unos medicamentos y agregando otros porque los exámenes de sangre muestran que hay áreas fuera de control. Lo que no esperaba es que junto con este desajuste hormonal llegara otro desbalance causado por la edad. Ahora sí que ¡pido un break a las hormonas! No cabe duda que este año pasé mucho tiempo cuidando la salud y eso no es opción.

4. De tener paciencia

Es curioso que muchas veces decimos: “ten paciencia”, “todo pasa”, pero últimamente he descubierto que la paciencia no siempre es opcional. ¡Es a fuerza! Sé que la medicina funcionará tarde o temprano y si me harto ni modo de aventar el tratamiento. Esperar resultados a veces está acompañado de frustración, pero ahora sí que ya ni llorar es bueno, sólo queda respirar profundo y aguantar.

5. De valorar familia y amistades

El número de amigos en Facebook, seguidores de Instagram, Twitter, Snapchat y de este blog no tienen nada qué ver cuando se trata de contar seres queridos. Se me hace un nudo en la garganta cada vez que mi gente de Monterrey viene a San Antonio para estar conmigo (ok, también para ir de compras). Igualmente se me hace difícil de describir con palabras la emoción de estar en contacto con familia y amigos a través de las mismas redes sociales o celular, FaceTime, WhatsApp. ¡Gracias por estar!

6. De agradecer por el maravilloso esposo que tengo

Es neta que muchas veces llegué a pensar que las parejas de ensueño como en las películas eran de ciencia ficción, pero gracias a la vida por probar que estaba equivocada. Eduardo está ahí en las buenas y en las malas, en la salud y la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza y este año nuestra relación estuvo en varias pruebas dando como resultado una pareja fuerte y llena de amor.


7. De ser flexible

Ser disciplinada no siempre es bueno. En las relaciones personales puede ser un verdadero dolor de cabeza querer hacer las cosas de cierta manera porque cada quien quiere y puede hacer cosas diferentes. Y he aprendido a ser flexible con los demás, para dejar que las relaciones crezcan, pero también para no hacer corajes innecesarios.

8. De realizar viajes

No importa si es largo o corto… es un viaje y a nosotros nos encanta agarrar maletas. Viendo las fotos no queda más que agradecer por los recuerdos de Nueva York, Chicago, Dallas, Puerto Aransas, Austin… ¡y lo que nos espera!

9. De dejar ir

Siempre pensaba que la vida no era vida sin pasta, pizza, pan, tortillas de harina y todos esos alimentos ricos en gluten. ¡Pero qué ironía! Con el Hashimoto’s disease y la inflamación permanente que me estaba inmovilizando cada vez más tuve que decir adiós a toda la comida con mi ingrediente favorito. Ahora huelo ese aroma intoxicante y lo disfruto, pero cuando pruebo algo prohibido sé que tendré que pagar las consecuencias, así que no queda más que dejar ir.

10. De perseverar

La vida da muchas vueltas. Hoy estoy en una situación diferente y haciendo la lucha para salir adelante en mi nueva ciudad. Fuera de la zona de confort todo es más difícil y cuesta mucho trabajo alcanzar metas, pero si algo he aprendido en esta vida es que cuando te preparas y no te das por vencida, puedes salir adelante. No hay nada escrito, puedo ajustar el rumbo. Tengo establecidas prioridades, así que a dar pasos pequeños, pero pasito a pasito, suave, suavecito nos vamos aproximando poquito a poquito…

¿Qué nos depara el 2018? No sé, pero la aventura se pone buena.

Happy New Year 2018!