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Feliz de estar en la torre Eiffel una vez más

Es curioso… había hecho viajes con mis papás, pero nunca al otro lado del charco, del Atlántico… Y con el pasar de los años, un día se me antojo tener esa experiencia con ellos, no con mis amigos, ni con nadie más. Pienso en la edad que tienen, en la fortuna de tenerlos vivos y caminando y un día vi una promoción del viaje a París en un Boeing 787 (el más nuevo de Aeroméxico) a 787 dólares y de inmediato hablé por teléfono e hice reservaciones para los tres.

Ya con los boletos comprados empecé a darle vueltas al asunto y necesitaba más planes para el itinerario, pero algo que no fuera tan cansado para ellos y no tan aburrido para mi. Mi amigo Javier, casi mi hermano, me platicó que siempre hay tours que se adaptan a las necesidades, así que tomando su comentario en cuenta fui a Viajes Palacio para ver las opciones de tours por Europa, pero sólo con la regla de que incluyera el Vaticano, el sueño de una pareja de católicos que se emocionan con ver al Papa y con ver la Basílica de San Pedro aunque sea en televisión. Y encontré un tour a nuestra medida, así que entre medio les dejé cosas para sorprenderlos y les platiqué poquito de lo que veríamos, llegó el día de partir en la nueva terminal del aeropuerto, donde queda Aeroméxico y nos fuimos a la zona de espera VIP, donde nos tomamos unos drinks antes de subir al avión que primero nos llevaría a México, para luego trasbordar al que nos cruzaría el Atlántico.

No puedo describir con palabras lo emocionante que fue ir con ellos, llegar al aeropuerto Charles de Gaulle, recibir un sello en el pasaporte de un país tan lejano y hermoso como es Francia, que para mi no era novedad, pero era nuevo ir con ellos tan felices. Y confiaron ciegamente en mi, en mis decisiones, en que el departamento que renté sería mejor que un hotel… Pero también sufrieron un poquito con mis tremendas caminatas que el primer día les provocaron calambres y luego un cansancio interminable. Mamá no podía creer que estaba ahí, justo en el Arco del Triunfo, la Torre Eiffel, el Louvre, el Palacio de Versalles. Papá inicialmente se mostraba menos expresivo, pero después fue dejando salir a su niño interior hasta que me contagiaba con su alegría.

Yo disfrutaba ir con ellos, platicarles lo que ya sabía, enseñarles el Louvre y toda su historia y la Monalisa, la Venus, las gárgolas afuera de Notra Dame, los aparadores impresionantes de Galeries Lafayette y Printemps, cada espacio recargado del Palacio de Versalles… todas esas increíbles construcciones que sólo habían visto en televisión y libros o en fotos… Estando en París, yo me sentí obligada a tomar champaña y lo cumplí, y tomé en restaurantes y compré botellas y las consumimos en el depa y brindamos. Papá dijo atinadamente: “Salud, Mademoiselle”.

Y fue el inicio de un súper viaje, que la verdad no podría terminar de escribir en un post, así que seguiré dando detalles. Lo prometo… Pero antes de irme, quiero dar unos tips, por si a alguien les sirve:

# Rentar un departamento puede ser más económico que un hotel. Hay varios sitios para rentarlo, pero siempre es bueno checar reviews, para estar seguros que será un lugar bien ubicado, cómodo y limpio.

# Hay autobuses que salen del CDG a París y sale casi igual que viajar en tren.

# De París sale muy barato tomar vuelos a otros países. En lo personal volamos por RyanAir rumbo a Roma y fue una tarifa muy baja. Llegar a ese aeropuerto toma como 1 hora y media, pero hay autobuses que salen desde muy cerca del Arco del Triunfo.

# Tomar taxis es un lujo, pero si no quieren ese lujo, cualquier medio de transporte es maravilloso. Ir en metro o en autobús es una experiencia recomendable.

# Aunque es una ciudad cara, París ofrece opciones de comida rápida y no tiene que ser McDonalds. Están las crepas cerca de Notre Dame, baguettes, panecillos, en fin, es cuestión de caminar sin rumbo fijo y atreverse a probar.

# En las estaciones del metro venden pases especiales para que los turistas anden en metro para todos lados. Sólo se paga por separado al ir a lugares lejanos, como Versalles.

That’s all!