
En los 90 había varias series que eran una referencia en las conversaciones mías, pero hoy sólo hablaré de una bien obvia por ser 14 de febrero: Friends. Todos tenemos o quisiéramos tener un grupo unido de amigos, de ésos con los que nos divertimos sin hacer nada importante y somos nosotros mismos…
Yo creo que soy afortunada de tener mi círculo de amigos que son como mis hermanos, pero en lugar de Central Perk nos juntamos en un centro comercial de San Pedro todos los sábados, en el área de comidas rápidas, y luego vamos al Starbucks para seguirle en el café. Hablamos casi siempre de tonterías, de chismes, de trabajo, de amores, de alegrías, de tristezas, de éxitos, de fracasos. Cuando empezamos a juntarnos nadie tenía una casa propia y al paso de los años hemos sido testigo cómo hemos ido creciendo en amistad y en bienes raíces, pero no en peso porque siempre nos jactamos de que en este círculo sólo entramos los flacos (aunque el esposo de una amiga me diga que tengo cintura de gallina).
Con este círculo de amigos, que orgullosamente llamamos Naco Group, he realizado viajes cortos, largos, cerca, lejos… en algunos viajes hemos ido más, en otros menos y de un tiempo para acá tenemos la fortuna de poder visitar a nuestro otro integrante, Dany, quien un día se fue a Los Cabos y donde su “hotel boutique”, o sea su casa, es nuestro alojamiento y el sitio de partida a la diversión playera.
Holly y Pinky no pueden entender esta parte de mi comportamiento, pues por lo regular huyo de las rutinas, pero al mismo tiempo tengo agendada esa comida sabatina, que sólo cancelo por algún viaje, enfermedad o actividad sumamente importante. La Holly me dice que si no tengo suficiente con verlos cada fin de semana, porque a veces los veo con cualquier pretexto otros días. Pues supongo que sí somos muy amigos y nos vemos con cualquier pretexto porque la pasamos bien, con todo y los pequeños integrantes que se han ido agregando con los años.
Y todo se lo puedo agradecer a Marco, el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, porque ahí los conocí al tener un interés en común: el amor al arte, ese amor por el que donamos horas de nuestro tiempo libre (cada vez menos) para dar visitas guiadas por exposiciones, recibir visitantes, atender el módulo de información o hacer actividades de oficina. La mayoría ya dejaron ese trabajo voluntario, pero seguimos con nuestra amistad, a pesar de la distancia, y una tradicional Naco Posada decembrina, donde los regalos son cada vez más chafos, pero la diversión siempre es la misma. Esta última posada, Dany se sacó ¡una esfera! y de broma dijo: “mi regalo es la esfera” (porque la caja estaba vacía). Pues sí, resultó que por accidente se fue una decoración del pino en los regalos y a Jagaba le dio pena decir que ese no era regalo.
Tenemos personalidades muuuy distintas, medio locas, pero tal vez es por eso que seguimos tan unidos, porque nos complementamos. Karla y Álvaro con su tribu conformada por 3 pequeños, Berever World, Olga y Carlos, Jagaba, Horte, Loco y Emilio, más Indi (y Santiago), Dany Dany y yo somos ese clan formado por verdaderas piezas de arte, pero fuera del museo.
Curiosamente, yo fui casi la última en integrarme porque, aunque los trataba en el museo, no me juntaba tiempo extra, pero parece que pasé la prueba (somos un grupo difícil, debo admitir) y poco a poco los empecé a ver más seguido y a verlos, conocerlos y quererlos. Hemos estado juntos en bodas y funerales, en las buenas y en las no tan buenas. De pronto nos criticamos, nos viboreamos, nos albureamos, y ahí seguimos. A Jagaba lo veo más que a los demás, porque el cine nos une, pero a los otros los disfruto en bola o por separado. ¡Son tan buenos, tan divertidos, tan inteligentes y únicos!
No hace falta que sea un 14 de febrero para hablar de su amistad (que ahí está incluso cuando nos whatsappeamos estupideces), pero sí es un pretexto para recordar lo afortunada que me siento porque no son los únicos, pero sí son demasiado cercanos.
Y sí, mi vida no sería la misma sin la Ana, Molinis, Alma, Lulú, Sara, Paula, María, y tantas buenas amistades, pero no van en paquetote, como el Naco Group. Los quiero hoy y siempre.
Antes de irme, quiero poner este clip, obvio: I’ll be there for you, by The Rembdrandts