Leo y Mía son unos adorados que se ríen con lo que les cuenta su tía/nina, o sea, yo.

Leo y Mía son unos adorados que se ríen con lo que les cuenta su tía/nina, o sea, yo.

Qué difícil es entretener a los niños. Como que da cosita tenerlos viendo tele solamente, tampoco quieres que estén todo el tiempo jugando videojuegos o checando el iPad… Y aunque cuando sales de viaje es bien cómodo caer en cualquiera de estas opciones, llega un momento en que quires apagar la tecnología y conectarte de la manera más natural: con conversaciones o contándoles cuentos.

No soy mamá, pero me doy cuenta que la atención de los niños va y viene. A veces, es difícil que me pelen por mucho tiempo, o al menos esa impresión me da cuando estoy con Leo y Mía y los hijos de mis amigos. Ahora ya no pasa, pero antes, cuando hablaba a casa de mi sister y me pasaba al teléfono a los niños me decían 2 ó 3 cositas y sin decir adiós aventaban el auricular y yo preguntando o hablando como loca, al aire, hasta que mi hermana se daba cuenta y me pedía disculpas.

Con estos antecentes, en uno de esos inolvidables viajes a San Antonio en los que me le pegaba a la familia de mi hermana se me ocurrió inventar cuentos, pero no cualquier cuento, tierno y así… Me di cuenta que cuando mencionaba las palabras “popó” o “pipí” o algunas otras parecidas de inmediato empezaban las risas y hasta carcajadas de mis sobrinos (¡y su atención no se desviaba!). Esos mini cuentos -cuya trama es bien variable- cobraban más interés cuando les preguntaba: ¿Qué creen que pasó?, o ¿En dónde creen que se cayó el niño? y sus respuestas espontáneas siempre tenían que ver con terminología escatológica.

Ahora que estuve en Los Cabos, el niño de unos amigos estaba un poquito aburrido y le empecé a contar uno de mis acostumbrados cuentos y mi amiga Bere primero no puso buena cara, pero después, el pequeño Ever estaba tan entretenido que sólo quería que le contara más cuentos y yo no me hacía del rogar.

¿Será que me podría hacer millonaria escribiendo estos cuentos o que recibiría sólo comentarios de papás molestos por mi mente tan infantil? Bueno, obviamente no creo que vaya a ser el best seller, jajaja, pero me divierte armar pequeñas historias y saber que son un éxito con el público infantil, eso sí, siempre con permiso de los papás.