Desliza hacia abajo para español / 20th of 365. Weed, pot, grass, marijuana, Mari Jane, hierba, whatever is called, is legal now in California and it was the first thing I smelled the second I left the San Francisco Airport.
So there I was with a lot of free time, and first I did my research for journalism purposes… Googled the first letters of “weed” and immediately found “where do I buy recreational weed in San Francisco” and “medicinal weed” and “weed near me” where also showing as part of the results with images of the dispensaries (when medicinal) or lounges (when recreational).
All i know about this is what I’ve seen in movies or tv, you know, where the drug sale is happening in a dark, ugly place but my surprise is that the pictures of the official stores are far from what I had in mind… the stereotype. Anyway, I picked one place, very close to the hotel, and the scruffy doorman told me that I couldn’t get inside because they still didn’t get the license to sell pot for recreational purposes, just medicinal ones, but he explained that another store was a few steps away.
As inexperienced as I am, I walked inside all nervous and an attendant just asked me for my valid ID (proving that I’m 21 years or older) and then showed me where I had to wait in line. I didn’t wait more than a minute when another young girl asked me what was I looking for. Inside the store is like a bakery, where behind the glass there are a lot of products, some look like tea flowers, other look like regular pastries, chocolates or gummies. Even others that look like e-cigarettes, but they have an oil with Cannabidiol, the extract from the cannabis.
She showed me the 3 different kind of qualities of pot: very good, medium and low grade. When I mentioned that i have no interest in smoking, she showed me the edibles, which are food or candies with the substance, intended to be eaten. She explained that there are products that can get me high and others that work as a medicine but won’t make me feel any different.
You know what is weird? I come from a place where smoking weed is something done in private because nobody wants to be judged for doing drugs. It’s socially acceptable to be drunk but not high. So there I am, standing in front of all the products and thinking that honestly pot is more expensive than what I had in mind to spend. Seriously, I could go shopping, and buy a shirt with the same money and it will last longer.
Do I want to get high? Do I need drugs? I feel like it doesn’t matter if I leave empty handed. I already got what I wanted: one experience in a place where nobody cares if I’m high or not.
Behind a glass are many products, not all get people stoned.
En California la marihuana recreativa es legal y yo estaba ahí
20 de 365. Hierba, marihuana, mota, Mari Jane, canabis, como se llame, es legal ahora en California y fue lo primero que olí en el momento en que salí del aeropuerto de San Francisco.
Así que allí estaba yo con mucho tiempo libre, e hice mi investigación con fines periodísticos … Busqué en Google las primeras letras de “hierba” y de inmediato encontré “¿dónde compro marihuana recreativa en San Francisco?” Y “hierba medicinal” y “hierba cerca de mí” donde también se muestran como parte de los resultados imágenes de los dispensarios (cuando son medicinales) o salones (cuando es recreativa).
Antes de esto pensaba que la venta es lo que se ve en las películas o la televisión, donde la venta de drogas está sucediendo en un lugar oscuro y feíto, pero para mi sorpresa las fotos de las tiendas oficiales están muy lejos de lo que tenía en mente. … el estereotipo. De todos modos, elegí un lugar muy cerca del hotel, y el señor de la puerta me dijo que no podía entrar porque todavía no obtenían la licencia para vender marihuana con fines recreativos, solo medicinales, pero me explicó que otra tienda estaba a unos pasos de distancia.
Como inexperta que soy en estos temas, entré completamente nerviosa. De inmediato una chava me pidió mi identificación válida (demostrando que tengo 21 años o más) y luego me mostró dónde tenía que esperar en la cola. No esperé más de un minuto cuando otra joven me preguntó qué estaba buscando. El interior de la tienda es como una panadería, donde detrás del vidrio hay muchos productos, algunos parecen flores de té, otros parecen brownies regulares, chocolates o gomitas. Incluso otros se ven como cigarrillos electrónicos, pero tienen un aceite con Cannabidiol, el extracto del cannabis.
Ella me mostró los 3 tipos diferentes de calidades: muy buena, de grado medio y baja. Cuando mencioné que no tengo ningún interés en fumar, me mostró los comestibles, que son alimentos o dulces con la sustancia, destinados a ser consumidos. Me explicó que hay productos que me pueden ayudar a mejorar y otros que funcionan como medicina, pero no me harán sentir “high”.
¿Saben qué es lo curioso del asunto? Vengo de un lugar donde fumar hierba es algo que se hace en privado porque nadie quiere ser juzgado por consumir drogas. Es socialmente aceptable estar borracho pero no “marihuano”. Así que ahí estoy, de pie frente a todos los productos y pensando que honestamente cualquier cosa que adquiera es más cara de lo que tenía en mente gastar. En serio, podría ir a un centro comercial y comprar una blusa con el mismo dinero y durará más.
¿Quiero drogarme? ¿Necesito drogas? Siento que no importa si me voy con las manos vacías. Ya obtuve lo que quería: una experiencia en un lugar donde a nadie le importa si me la fumo o no.